Ing. Agr. Francisco Candioti
SALTO Asesoramiento para el agro
Todos los cultivos comerciales están, a lo largo de su ciclo, expuestos a factores adversos tales como invasión de malezas, ataques de plagas animales y aparición de enfermedades que amenazan el éxito económico de los mismos. La lucha contra estas adversidades exige tomar como unidad de análisis la rotación y no sólo el cultivo presente. Comienza mucho antes de la implantación del cultivo y comprende diversas medidas de control cultural, mecánico, biológico y químico. Todas las medidas tienen un impacto variable respecto del control del factor en cuestión y generan costos que pueden ser de gran importancia. La determinación de la necesidad de actuar, qué medida aplicar y en qué momento hacerlo son preguntas comunes que el productor necesita responder cabalmente para tomar la decisión correcta y alcanzar un manejo económicamente eficiente de sus cultivos. El monitoreo de cultivos en todas sus etapas por parte de técnicos o personal capacitado es la forma de aproximarse a este objetivo a un costo que se compensa ampliamente con los beneficios que genera.
Si usted es productor o está familiarizado con la problemática de la conducción de cultivos, seguramente ha sufrido las consecuencias de no darse cuenta a tiempo de la presencia o intensidad de algún factor adverso en sus cultivos. Quién más, quién menos, todos hemos tenido lotes enmalezados, atacados por insectos o afectados por alguna enfermedad...
Cuando esto sucede, además de preguntarnos qué podemos hacer para solucionar el problema, la mala experiencia da lugar a muchos otros interrogantes. Nos preguntamos qué hicimos mal: ¿no tomamos las medidas preventivas posibles? ¿no fuimos lo suficiente al lote? ¿no le dimos importancia a algún indicio o no supimos "ver" el problema? ¿habíamos tomado alguna medida pero no fue efectiva?. También empezamos a preguntarnos ¿cuánto nos va a salir "arreglar" este problema? ¿no saldrá más caro el remedio que la enfermedad?. Finalmente, pasado el mal trago, es común que la cosa no termine ahí. Habitualmente estas experiencias nos condicionan generando "psicosis" o actitudes extremas en las que más de uno se reconocerá: "...yo a la primera chinche que veo, aplico..."; "...con esto de las enfermedades, yo no hago más trigo..."; "...yo cada vez que aplico herbicidas, le tiro un chorrito de ciper, por las dudas...", sin darnos cuenta del negativo alcance de estas posturas desde el punto de vista económico, ambiental y operativo.
Es claro, entonces, que un problema de este tipo es consecuencia de decisiones pasadas, nos obliga a tomar una decisión en el presente y nos condiciona para la toma de decisiones en el futuro. Cabe aquí reflexionar acerca de en qué medida los errores que habitualmente cometemos son consecuencia de actitudes o posturas poco flexibles. Generalmente tenemos predisposición al facilismo, a adoptar "recetas", dejando muy pocas veces primar los criterios técnicos y empresarios.
En muchos casos, existe también desconfianza o resistencia a la hora de consultar a un ingeniero agrónomo o tomar un servicio de monitoreo. Entre las razones de esta resistencia, muchas veces se incluye la idea de que estos servicios son costosos. Rara vez el costo del servicio supera el equivalente al 1% del rinde, lo cual en la amplia mayoría de los casos es compensado con creces por los resultados logrados. Si bien existen distintas modalidades, habitualmente la mayor parte del costo se salda a cosecha. La unidad de monitoreo es el lote, haciendo el servicio accesible a pequeños y grandes productores.
Es muy común observar una confusión de roles, asumiendo que el consejo de quien vende insumos es suficiente, olvidando que puede no ser desinteresado y que es dado "desde el mostrador" en la mayoría de los casos, con poca o ninguna presencia sobre los lotes.
Las herramientas metodológicas y los criterios científico – tecnológicos que utilizan los técnicos responsables del monitoreo de cultivos han sido desarrollados y probados debidamente y se encuentran sujetos a constantes revisiones y mejoras. La correcta identificación de los problemas y las decisiones de control tomadas a tiempo en sintonía con sus efectos económicos, ambientales y operativos son las consecuencias lógicas.
Que estos servicios lleguen cada vez más a nuestros lotes y se traduzcan en resultados positivos para los productores depende en buena medida de la apertura y cambio de actitud necesarios para cualquier proceso de crecimiento. Es necesario ampliar nuestros horizontes y evolucionar hacia un tratamiento cada vez más empresario de los temas de la producción del agro. Difícilmente obtengamos mejores resultados a los que siempre hemos obtenido si hacemos lo que siempre hicimos.
Una cuestión de actitud...
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